Padre Amado, gracias por darme curiosidad. Te pido de corazón que Tu Espíritu Santo siempre me guíe para no dejarme llevar por la curiosidad que sea malsana. Que tenga yo curiosidad cada día más por aprender de Ti, cosa que me acerque más a Ti y pueda yo tener una relación más fuerte contigo.
Bendito Dios, gracias porque sé que me vas a responder esta oración y me vas a ayudar a dirigir mi curiosidad y a saber cada día más de Ti. Te doy gracias por esto y por Tu gran amor, ese inigualable amor que me das por gracia, y digo amén.